Un día ya muy lejano
este libro comencé
verso a verso, día a día
por fin hasta aquí llegué.
Los versos son como flores
que hay que cuidar crecer
el sol y el agua ayuda
a buen aroma tener.
Pero que si no las cuidas
se podrán estropear
y luego, aunque lo intentes
no lo puedes arreglar.
Las rimas de esos versos
no son fáciles de hacer
unas veces son sencillas
como ese anochecer.
Un día ya muy lejano
este libro comencé
verso a verso, día a día
por fin hasta aquí llegué.
Los versos son como flores
que hay que cuidar crecer
el sol y el agua ayuda
a buen aroma tener.
Pero que si no las cuidas
se podrán estropear
y luego, aunque lo intentes
no lo puedes arreglar.
Las rimas de esos versos
no son fáciles de hacer
unas veces son sencillas
como ese anochecer.
Que llega sin esperarlo
cuando el sol se está marchando
y la luna poco a poco
en el cielo va asomando.
Otras veces no es así
y por más que se espere
ni un verso viene ya
y la tarde así se muere.
Como un día de tormenta
cuando está luciendo el sol
nadie espera que se marche
pero él ya se marchó.
En la vida hay momentos
que se pueden disfrutar
con unos versos preciosos
que salen aun sin pensar.
Mientras miras una estrella
o esa agua del mar
un niño o una flor
todo te puede inspirar.
Pero sin embargo hay otros
en que es difícil decir
lo que te inspira el paisaje
y no puedes escribir.
No salen si no te esfuerzas
pues se niegan a salir
dentro muy dentro se quedan
solamente para ti.
Pero si hasta aquí has llegado
y no te has aburrido
gracias te digo lector
pues para ti esto ha sido.
Quizás en otro momento
nos volvamos a encontrar
yo seguiré escribiendo
deseo que vivas en paz.