―En el principio no existía nada, salvo la luz. Al menos así me lo había contado, y también que sería eso, precisamente lo que vería en mis últimos momentos. Pero no era aquello tal y como esperaba. Extrañamente me sentía ligero, como si todas las preocupaciones que me estaban aprisionando estos días se hubiesen difuminado. ―En el principio no existía nada, salvo la luz. Al menos así me lo había contado, y también que sería eso, precisamente lo que vería en mis últimos momentos. Pero no era aquello tal y como esperaba. Extrañamente me sentía ligero, como si todas las preocupaciones que me estaban aprisionando estos días se hubiesen difuminado. »Ni siquiera la prisa que me había hecho correr tanto en la carretera, tenía ahora el más mínimo interés para mí. Me sentía tranquilo, ligero, sin cargas ni ataduras. Me parecía ver todo ahora con más claridad y perspectiva. En realidad, había desperdiciado mucho tiempo de mi vida, con tanto esfuerzo baldío, por aparentar, por conseguir, por lograr más que otros, y todo ahora me parecía tan banal.