En el sureste de Turquía, no lejos de uno de los complejos de templos más antiguos del mundo, Göbekli Tepe, los arqueólogos han encontrado grandes colinas artificiales, montículos que literalmente rodean estructuras construidas hace unos 12 mil años, a una distancia de 100 kilómetros. Göbekli Tepe se convirtió en una especie de centro de migración, desde donde la gente antigua comenzó a moverse por Eurasia y luego más allá.